Meterte en la caparazón, no salir de la cueva.
Sonreír siempre, mientras todo alrededor se derrumba.
Al final es mejor así, mantener el anonimato mientras no logras confiar en nadie. Aunque la vida me ha hecho encontrar aunque sea un par de personas a las que les puedo contar cualquier cosa.
Duele, la confianza es frágil.....
.....El corazón también.
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