Abro los ojos y estás junto a mi
no puedo dejar de cuidar tu sueño.
Bajo la mirada a tu cuello y ahí está:
latido palpitante que se acelera cuando me acerco
Niño rebelde con alma tierna,
lo que necesitás es un amor que no te puedo dar.
Tu vacío me llama a darte ternura y lo intento.
Es muy fácil hacerlo cuando compartimos esta pena.
Algún día, mi niño, llenarás el vacío,
y el miedo de tus ojos va a desaparecer.
Abrazarás a alguien, que no seré yo,
y te recordarás del día que el destino nos presentó
y lo echamos a perder.
Sos mi abismo favorito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario